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sábado, 12 de noviembre de 2016

ÁGORA, de Alejandro Amenábar





Texto de mi intervención en el II Cine fórum de la Fundación La Alcudia, el  4 de marzo de 2014.

 
Alejandro Amenábar se dio a conocer al gran público en España con su ópera prima Tesis (1996), habiendo hecho antes los cortos de Himenóptero (1992) y Luna (1995), su carrera siempre ha sido una apuesta para ir a más, una apuesta de carácter ecléctico, donde no gusta de repetir recetas, aunque éstas sean exitosas, así nos sorprende con Abre los ojos (1997), de factura aceptable, comercial y que tuvo su versión en USA con la criticada Vanilla Sky (2001), dirigida por Cameron Crow. Con su película Los otros (2001) siguiendo la estela del Sexto Sentido (1999), de M. Night Shyamalan, dio una vuelta de tuerca más al sorprendente final de la misma, dando el salto a trabajar con actores de talla internacional como Nicole Kidman. Sin embargo el abrazo de la crítica lo obtuvo con Mar adentro (2004), que ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa y donde empezamos a ver unas pinceladas de esta crítica a la religión que explota con Ágora.

Ágora es una apuesta más de Alejandro Amenábar, la más ambiciosa, en su día la película más cara del cine español con 50 millones de euros, (de los que se recuperaron 40 millones) y que se mantuvo en taquilla durante 4 semanas en España.


No voy a entrar en el argumento de la película, que luego nos contextualizará el profesor Jaime Molina, pero sí en el fondo, ya que el film nos adentra en la eterna lucha entre ciencia y religión, dándole la vuelta a la tortilla a las tradicionales superproducciones hollywoodienses de propaganda judeo-cristiana, y mostrándonos la cara oculta de la imposición cristiana como religión universal, y que nos avanza la inmersión del orbe Mediterráneo en la Edad Media. Esta profundización contrasta con la poca introspección de los personajes, dejándonos una Hypatia aséptica, incapaz de conmover al espectador profano. No deja frío, sin embargo, al espectador más avezado en estos temas, al espectador que conoce en profundidad la historia de la ciencia, de las religiones, o en general, al espectador más culto y que sigue la estela de la eterna lucha ciencia-religión en autores contemporáneos como Richard Dawkins (El espejismo de Dios), Carl Sagan (La ciencia y sus demonios) e incluso el filósofo Bertrand Russell (¿Por qué no soy cristiano?)

Al mundo religioso no se le escapó esta crítica a sus orígenes y la película tuvo sus problemas, por ejemplo, el Observatorio Antidifamación Religiosa protestó contra la película por "promover el odio a los cristianos y el refuerzo de falsos tópicos sobre la Iglesia Católica". La película en un principio tuvo problemas para encontrar distribuidores en Estados Unidos y en Italia, posiblemente por la crítica que señala en relación a la Iglesia Católica, aunque finalmente encontró distribuidores en ambos países. Fue censurada en Egipto por "insultar a la religión".

El estreno de la película se extiende durante los años 2009 y 2010 por distintos países del mundo. En julio de 2010 había recaudado en el ámbito internacional 39 millones de dólares, algo más de la mitad del presupuesto invertido, aunque la recaudación en Estados Unidos, donde se estrenó sólo en dos salas, fue escasa al no llegar a medio millón de dólares. En definitiva, de los aproximadamente 70 millones de dólares presupuestados (50 millones de euros), se recuperaron casi 40 por la vía de la taquilla directa en salas cinematográficas.

En España, donde la cinta no fue censurada, cosechó un gran éxito de taquilla y una muy buena recaudación, colocándose entre las primeras del año 2009 y liderando la taquilla cuatro semanas consecutivas (lo cual no ocurría desde El Orfanato). Salió en DVD el 3 de Marzo de 2010 a un PVP recomendado de 21,95 , consiguiendo vender en tan sólo una semana más de 10.000 unidades.

Y, después de estas cifras, datos y censuras, les dejo con una frase de InfoCatólica: "Se estrena este fin de semana esta mamarrachada subvencionada y su director ya la está enterrando. ¡¡Qué gin-tonic me voy a tomar!! (...) No han empezado a contabilizarse los primeros euros de la taquilla de Ágora y Alejandro Amenábar (¡a ver si te afeitas y peinas, majete!) ya está ocultando su obra."

Diego Peña.

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